11 de julio de 2008

El caso Fabra (PP)

El llamado caso Fabra es úno de los escándalos judiciales mas importantes de los últimos años.


Con independencia de que creamos o no firmemente en su culpabilidad y de las resoluciones judiciales que en su día recaigan, el procedimiento judicial es, en si mismo, un auténtico escándalo que debería de abochornar al ministro del ramo, al conseller de justicia de la Comunitat Valenciana, al Fiscal General del Estado, al Consejo General del poder Judicial y a los Consejos Territoriales de Colegios de Abogados y de Procuradores de toda España. La Justicia no sólo como estructura del estado, sino como principio ético y constitucional, pilar básico de la democracia y del estado de derecho, tiene en el "Caso Fabra" una herida por la que supuran agravios,debilidades, miedos y privilegios que están causando una alarma social que nos deja a los españoles con la boca abierta al ver como esa justicia puede ser tan maleada en función de quien sea enjuiciado. Fabra, miembro de una casta dirigente que se ha perpetuado en el poder de Castellón desde principios del siglo pasado, está imputado por supuestos delitos de tráfico de influencias, cohecho y negociaciones prohibidas e investigado por supuestos delitos contra la Administración Pública y fraude fiscal desde hace varios años sin que ninguno de los jueces que han pasado por el juzgado de Instrucción de Nules hayan podido concluir ni si quiera la fase previa al procedimiento oral. Renuncia tras renuncia, hasta 8 magistrados han ido "cayendo" ante la mirada atónita de los ciudadanos de Castellón y de los medios de comunicación que simplemente se han limitado a dejar constancia de este escándalo sin que ninguna instancia gubernamental, y mucho menos la autonómica valenciana, haya hecho nada por resolver esta grave situación. Fabra, que amenazara gravemente al Diputado y ex alcalde de la localidad castellonense de Alcora, Javier Tomas Puchol en un clima por este calificado de corrupción generalizara en esa provincia, provocó que Tomas abandonara las filas populares e ingresará en Coalicio Valenciana como parapeto y defensa de las invectivas del controvertido presidente de la Diputación de Castellón.

Pero Fabra esto nunca se lo perdonó ni se lo perdonará ni a Javier Tomás ni a Coalicio Valenciana y ya advirtió que en algún momento llegaría la hora de su venganza. Al parecer su venganza ha sido ya archivada sin cargo alguno contra los amenazados. Ahora ya sólo queda por dilucidar cuando va a comparecer realmente Fabra ante la justicia para responder, en su caso, de los gravísimos delitos que se le imputan.