2 de septiembre de 2009

Financiación autonómica: no me salen las cuentas

Fernando Chiva / Comunitat Valenciana, 1.300 MM € , Catalunya 3.855 MM €... ¿A usted le salen las cuentas? A mí tampoco.
El sistema de financiación autonómico de Zp atenta contra las bases del Estado de las autonomías y contra el principio de solidaridad entre comunidades que enuncia la Constitución de 1.978: de 11.000 millones de euros, casi 4.000 van a parar a Cataluña.
Y si hacemos la suma de fondos que recibirán los feudos socialistas catalán y andaluz, tenemos que entre las dos autonomías se reparten casi la mitad del presupuesto. La primera deducción a la que podemos llegar es que este sistema zapateril es electoralista por definición.
Zapatero dice que es importante que Cataluña se sienta cómoda con la financiación. Y los nacionalistas de ERC se congratulan de ello, y se jactan de haber dado el paso previo a la independencia de Cataluña.
El “café para todos” que los padres de la Constitución Española y los procesos autonómicos quisieron plasmar en la redacción de la Carta Magna y los Estatutos de Autonomía se queda a la altura del betún, teniendo en cuenta que ese café, históricamente nos llega a los valencianos, por defecto, recolado y frío.
Cataluña, la industrial, rica, exportadora, emprendedora y trabajadora Cataluña, recibirá 557 euros más por habitante que la Comunitat Valenciana. Los valencianos seguiremos a la cola en el reparto per cápita de la financiación autonómica: recibiremos 414 euros menos respecto a la media nacional.
Cataluña se lleva el 35% del total de la financiación, pese a que su Comunidad Autónoma sólo representa el 16% de la población española, y sólo aporta el 18% del Producto Interior Bruto (PIB). La Comunitat Valenciana, aportando casi el 10% del PIB, y con una población que representa el 11% del total de España, no llegaremos a recibir el 15% del total de la financiación.
Por la regla de tres de este sistema, debiéramos haber recibido cerca de un 24% del presupuesto, unos 2.600 MM €. Pero recibiremos la mitad. Peor va a ser todavía la situación de la Comunidad de Madrid y de Baleares: quedan como contribuyentes netos al sistema de financiación... vamos, que pagan más de lo que van a recibir.
Caso aparte serán Navarra y Euskadi, apartadas de este sistema de financiación a causa de su régimen foral especial, categoría que el Reino de Valencia no ha podido recuperar, por cierto, en 302 años, y que ya es hora de reivindicar de nuevo: en esta España insolidaria, sectaria y electoralista que nos han preparado, donde el que no llora no mama, donde los nacionalismos excluyentes y los grandes partidos nacionales se reparten botines y territorios a modo feudal, y en la que las “deudas históricas” con determinados territorios se inventan, se engrandecen y se pagan mil veces a un elevadísimo interés y a costa de los que callamos, ha llegado el momento de que los valencianos reivindiquemos el cobro de nuestras propias deudas históricas, pero las de verdad, en un acto netamente valenciano de demanda, y no como adláteres de las reivindicaciones catalanas.
Por ese motivo siempre olió a rancio el apoyo de Camps a Montilla en materia de financiación autonómica, igual que la claúsula Camps de la reforma del Estatut valenciano. El mismo aroma penetrantemente insultante que se destila de la abstención del PP valenciano en la aprobación de este polémico modelo de financiación: de nada vale que ahora el PP valenciano se rasgue las vestiduras y proteste cara a la galería en los medios de comunicación regionales que le son afines, y no fuera capaz de emitir un voto en contra de este atentado económico contra los intereses valencianos.
El escaparatismo pseudo-valencianista, de poco, y cada vez de menos, le va a servir al PP. Peor aroma arroja si cabe la actitud del PSPV, totalmente a favor del modelo de financiación. Cómo no, como buenos perros de su amo, obedecerán siempre a las directrices de los socialistas catalanes, despreocupándose totalmente de la defensa y la reivindicación de los intereses valencianos y convirtiéndose en una fiel sucursal del PSC, como siempre ha sido. El momento de que los valencianos nos emancipemos de las obediencias al duopolio PP-PSOE y del sucursalismo pro-catalán se acerca. Como se suele decir en términos futbolísticos, “dependemos de nosotros mismos”.
Sólo nos falta dar el paso electoral hacia esa emancipación, hacia la neta y noble defensa de nuestros intereses a cualquier nivel, con total respeto por los principios constitucionales y el estado de las autonomías, pero con la firme convicción de que merecemos mayor respeto como pueblo, mejor trato en materia presupuestaria y autonómica, y un aprecio político más elevado. Hagámoslo posible.
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Fernando Chiva
Secretario comarcal comunicación Horta Sur CV