7 de abril de 2009

LA FIRMEZA DE IDEAS COMO LÍNEA DE ACTUACIÓN


Fernando Chiva / Sin considerar la necesidad de salir al paso de los exabruptos y salidas de tono varias por parte de las JNUV hacía la persona del sr. García Sentandreu, ni de defender la demostrada calidad de valencianista convencido, avalada por 30 años de trayectoria, puesto que estoy seguro de que el sr. García está acostumbrado a la descalificación de aquellos que no comulgan con las posiciones de Coalicio Valenciana, y de que poca importancia le otorgará éste a aquellos que boicotean por sistema cualquier intento de reunificación del valencianismo, siempre y cuando provenga de las filas de Coalicio Valenciana, voy a romper una lanza a favor, no ya de la persona, sino del partido.

Las posiciones de Coalicio Valenciana en materia cultural, identitaria y lingüística son únicas e inamovibles, desde la fundación del partido. Incluso desde mucho antes, con la refundación del valencianismo en Nou Valencianisme.

¿Puede Unio Valenciana decir lo mismo? La UV regionalista de los 80, se transformó en la UV pactista de los 90, y posteriormente mutó en partido pseudo-nacionalista ya en el siglo XXI. ¿Qué podemos esperar ya de un modelo de partido cuyos gestores se han ido apoltronando en cómodas posiciones de pasividad en la defensa del valencianismo a cambio de supuestas sillas y prebendas personales, como es el caso recientemente conocido en Serra, donde el PP ha incorporado a su gestora al sr. Carlos Navarro, de UV? Ésta es la última muestra del flirteo y la actitud transfuguista de los gestores de UV, que se ha hecho habitual en los últimos 15 años.

Las personas que integramos Coalicio Valenciana tenemos claro un precepto: que hay ciertas cosas que no se pueden pactar. Se defienden y punto. Así lo ha demostrado el GAV desde hace más de 30 años, así se demostró en su día por parte de la FCECRV al oponerse al pacto lingüístico en los 90, como lo demostró la Fundacio Nou Valencianisme como respuesta a la errática política practicada en su día por UV, que dio el portazo definitivo al valencianismo estricto al facilitar dicho pacto, del cual todos conocemos a sus auspiciadores y artífices, y los motivos y consecuencias del mismo.

La misma claridad de ideas se muestra en el discurso fundacional de Coalicio Valenciana, y con esa misma claridad llega este partido a la sociedad valenciana en 2004: con transparencia, con intenciones firmes de recuperar los valores del valencianismo tradicional, desde posturas integradoras y de renovación, y con la premisa de la estricta obediencia a los intereses valencianos, sin deudas, servilismos ni pactismos de low-cost.

Tampoco es casualidad el hecho de que el sr. García siempre haya estado en el mismo lugar: en la punta de la lanza. Y ese lugar es el que ahora ocupa, por actitud, por coherencia política y por una firme trayectoria en defensa de unos valores y posiciones inamovibles a lo largo de los años; por éste motivo lidera Coalicio Valenciana, y ésta es la consecuencia natural de la fidelidad a unos valores y a una verdad.

Hace unos días mantuve una conversación con un familiar, persona del entorno cultural pancatalanista, que, al ser sabedor de mi militancia en este partido, me espetaba que Juan García Sentandreu era un mercenario, que llevaba años buscando un espacio político que ni UV ni PP le otorgaron en su día, y por ello había constituído este partido. Mi razonamiento al respecto fue claro: ¿Mercenario? Si Juan García Sentandreu hubiera buscado una silla, la tendría ya al igual que la obtuvieron en su día otros militantes del valencianismo, dado que al sr. Sentandreu le sobran argumentos, agallas y maneras para ser un digno representante político de cualquier partido que hubiera tenido la intención de atraerlo hacia sus filas. Pero Juan García nunca ha cedido a los cantos de sirena, ni se ha planteado traicionar sus convicciones; al contrario, ha preferido siempre resultar un elemento de incomodidad y feroz crítica para todos aquellos que antepusieron y anteponen sus intereses personalistas a la asunción de la defensa de la voz valenciana.

Juan García Sentandreu no llega al panorama político buscando un cargo público, ni un coche oficial, ni una pensión vitalicia. Lo hace desde la vocación de servicio a los intereses generales de la ciudadanía valenciana, y lo hace con el único interés de devolver a este pueblo la dignidad política, histórica, económica y cultural que ha ido perdiendo a lo largo de los años a causa de las sucesivas nefastas gestiones de aquellos a los que los valencianos designamos como rectores de nuestro destino político.

Por tanto, y ya alejándome de ser tildado de “personalista”, y dado que Coalicio Valenciana está formada por más personas, sentencio que la cuestión de la militancia en el valencianismo, hoy por hoy, es del todo excluyente: las reiteradas ofertas de concurrencia a procesos electorales en unidad a UV por parte de Coalicio Valenciana no son más que la voluntad integradora y aglutinadora de este partido, la expresión del discurso de la coherencia, la unidad y el retorno a la senda de la comunión de intereses, los intereses valencianos por encima de todo. Aceptarlas o no, dependerá siempre del nivel de implicación de las demás fuerzas políticas con los valores valencianistas.

Esto es lo que representa Coalicio Valenciana, ésta es nuestra vocación, nuestro discurso y nuestra oferta política. Y de todo ello somos conocedores y practicantes todos los que formamos este partido, desde su presidente, Juan García Sentandreu, hasta el último afiliado.
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Fernando Chiva Militante de Coalicio Valenciana Secretario Consell Local de Picassent