Hace unos meses, Coalición Valenciana comenzó una campaña de denuncias sobre la crítica situación de distintos inmuebles emblemáticos de Valencia Cap i Casal. Tras distintos comunicados y reiteradas notas de prensa, por fin las autoridades municipales y autonómicas, viendo las elecciones próximas, se pusieron en marcha.
El primer logro significativo de nuestras demandas, fue, tras un escándalo monumental en el que se implicaron distintas formaciones políticas y medios de comunicación el inicio de las obras en el Colegio de la Seda. Estas obras, estuvieron apunto de no llegar a tiempo, siendo necesario el desalojo del inmueble ante la amenaza de derrumbe.
Dentro de la misma campaña de defensa de nuestro patrimonio y nuestra auténtica memoria histórica, Coalición Valenciana demandaba no tirar el muro decimonónico de Monforte, rehabilitar la Roqueta, la ermita de Santa Lucía y el citado Colegio. El proyecto de Monforte paso a mejor vida a la espera de un presupuesto que esperamos nunca exista.
Con respecto a Santa Lucía, hoy mismo nos congratulamos de que por fin y pese al poco y tardío apoyo público, y gracias al trabajo de los cofrades que tienen sede en la misma, aportando distintas donaciones y concienciando a laopinión pública, este simbólico edificio vuelva a recuperar la salud. Hay que recordar que esta ermita es la sede de una cofradía que, como comentaba Francesc Llop portavoz de la misma « es la más antigua de Valencia, puesto que fue fundada en la Catedral en 1238, tras la conquista de Jaume I, y con la autorización de Martín el Humano, en 1399 construyeron la actual ermita en el portal de Torrent». Es evidente que algunas autoridades públicas valencianas, están más centradas en su imagen pública, cuidando sus ropas y aspecto, y por lo que hemos leído en prensa, otros, disfrutando de fiestas de distinta índole un tanto subidas de tono ambientadas con jóvenes de buen ver.
Pero nos queda la Roqueta, Coalición Valenciana exigimos a Rita y a Camps, que desarrollen inmediatamente un plan completo de actuación en el complejo monástico público, ya que el apuntalamiento del complejo no es más que una tirita puesta en una fractura abierta. Y sobre todo, proponemos que sin desvirtuar su uso histórico se reconstruya adecuadamente y se ofrezca como sede a las distintas asociaciones vicentinas, así como museo dedicado al Santo Mártir. También exigimos a Camps y Rita que potencien La Roqueta como destino final del llamado camino de San Vicente, lo que permitiría recuperar adecuadamente la memoria del patrón de Valencia y popularizarlo más entre los ciudadanos, pero sobre todo, en estos tiempos en los que se busca una desestacionalización y una diversificación del turismo, permitiria a la ciudad entrar en un mercado aún virgen como es el turismo religioso. Este destino tendría que completarse con una ruta por los lugares vicentinos y con la Santa Reliquia del Cáliz de la Ultima Cena de nuestro señor Jesucristo.